Las
personas somos muy complicadas, ¿verdad?
Cada
persona es un mundo, o mejor dicho: cada persona es su mundo.
Algunos mundos se parecen entre si y otros suponen tan diferentes que
se llegan a considerar entre ellos como alienígenas.
Supongo
que, por esa razón, nunca lograremos comprendernos los unos a los
otros al cien por ciento.
Si
es que la mente humana es lo más irresoluble que tenemos ante
nosotros: la gran incógnita. De hecho, ni uno mismo se puede llegar
a conocer completamente: haya vivido los años que haya vivido o
experimentado lo que haya experimentado.
Es
decir, yo puedo pensar una cosa y transmitirla y otra persona puede
decirme que piensa lo mismo que yo: pero, ¿cómo se puede saber que
pensamos exactamente lo mismo? ¿Cómo puedo saber lo que estoy
pensando yo?
Ante
situaciones monótonas, a las que estamos acostumbrados o las del día
a día, creemos tener cierto control sobre nuestros pensamientos y
acciones, pero ante el gran miedo humano, ese del que nadie se salva,
el que no deja dormir a la mayoría cuando se les manifiesta, ante
este miedo, es imposible predecir cómo reaccionaremos. Ya sabréis
de qué miedo estoy hablando, y sino, no tengo ningún problema en
afirmar que se trata de lo desconocido.
Si,
es este nuestro miedo, y no estoy generalizando.
Pensad:
algunas personas tienen miedo, por ejemplo, a la muerte; otras a un
dios o un diablo u otras al día de mañana. Y al fin y al cabo: ¿qué
es eso? Pues lo desconocido, el no saber las circunstancias ni los
motivos, ni el cuando, ni el donde ni el porqué.
Entonces,
ante este gran miedo nuestras acciones son impredecibles. Puedes
pensar <<si me pasara esto, haría tal cosa>>. no,
no se puede saber.
Quizás
la persona más preparada actuará de peor manera pues piensa que
tiene cierto control sobre la situación y no es así, y la que lo
está menos, se guiará por sus instintos más naturales y por la
supervivencia y podrá salirse con la suya. Pero otra vez más, eso
es impredecible.
Si
es que, cuanta mayor consciencia tenemos de lo que nos rodea, más
incógnitas aparecen y, por lo tanto, hay más cosas sin conocer. En
otras palabras: a medida que ampliamos nuestros conocimientos, lo
extraño crece, como si se tratara de una burbuja.
Creo
que los actos ante el miedo causado por lo desconocido, son los
peores actos, pues aquí es donde entra el odio hacia uno
mismo, o lo que es peor: hacia otras personas.
***************
Y
este tema lo dejo para la próxima entrada, pues se trata de todo un
universo que para mí es muy difícil de exponer brevemente.
Frase: ¿el
cuerpo? Frágil. ¿la mente? Aún más.
Perdón
por poner una primera entrada intensita, iba a hablar de
otra cosa, pero tenía la sensación que me urgía más escribir
sobre este tema. Puede parecer incompleto (y lo está) pero he
escrito tal cual lo pensaba y no lo quiero cambiar ni añadir nada
más: lo dejo así, al natural.
Gracias
por leerme y ¡nos vemos en la próxima entrada!
Y,
como dice mi abuela...
¡Hala,
Adiós!
-Alice.
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