miércoles, 19 de abril de 2017

Emma va al cine

Las pelis de miedo y yo no nos llevamos demasiado bien. Bueno, yo no me llevo bien con ellas: me parece que ver una peli simplemente para pasarlo mal es absurdar y precisamente por eso siempre las he evitado a toda costa. Hasta el sábado pasado.

En ese cálido y feliz sábado de semana santa, mi familia y yo, que ibamos en el coche un pelín perdidos, descubrimos un cine. Tengo una ligera obsesión con los cines en general, que en las vacaciones alcanza un nivel crítico, en especial desde que han cerrado el videoclub y el cine del sitio donde veraneamos. Así pues, mis ojos no podían creer que allí, en medio de la nada, hubiese uno. Tan cerquita del piso. Cuando mis padres propusieron ir a ver una peli estaba sin habla de la incredulidad. En especial porque mi madre no comparte para nada mi amor por el cine, al contrario.

Esta se dirigió con pasos seguros hacía la taquilla. "Vamos a ver lo que hagan primero", chilló mientras todos intentábamos alcanzarla. Los cuatro nos quedamos mirando en silencio la cartelera, buscando sin demasiada suerte un título familiar. Mi padre propuso ir a ver la del "Bebé jefazo", pero mi madre, mi hermana y yo fingimos no escucharle. La única peli que hacían a esa hora (a parte del Bebé pesao ese) era Life. De repente me acordé de que había visto el tráiler con mi novio y que habíamos dicho de ir a verla: unos astronautas en su nave espacial. Nada de qué preocuparse.

O eso pensaba hasta que la señora de la taquilla nos preguntó si todos teníamos más de doce años. (Sip, en un mes haré veinte años pero hay gente que me pregunta si ya tengo los doce.)Entonces las alarmas de cabeza empezaron a retumbar, pero una parte de mi seguía siendo optimista: había visto un montón de carteles por Barcelona y los tres protagonistas parecían contentos y felices:



Claro que, por mala suerte, no había que la peli tenía un segundo cartel:


No hace falta que os diga que lo pasé fatal. De verdad, no estoy hecha para esta clase de películas. Mi hermana pequeña aún se ríe de mí: me pasé media peli abrazada a ella con más fuerza con un pulpo. Realmente no es una peli que te haga pasar miedo, sino que es de esas que te hacen pasarlo mal. El argumento es simple: seis astronautas están en una nave donde investigan la posibilidad de que haya vida en Marte, que la hay y, sea dicho de paso, es muy mala. Creo que lo que me hizo pasarlo tan mal (hasta el punto que temblaba) fue el hecho de que estubieran encerrados como conejos en una nave en medio del espacio...

Salimos del cine en shock.  Mi hermana fingía estar alegre, pero en realidad había pasado tanto miedo como yo. Mi padre no paraba de murmurar lo bien que nos lo habríamos pasado viendo la peli esa del bebé. La única que salió realmente contenta fue mi madre. Le había encantado la peli, la bióloga que hay en ella no paraba de dar palmaditas, mientras que yo, apretando aún los dientes de los nervios, sabía que no podría comer calamares o pulpos en mucho tiempo...

Pero bueno, que la peli no está nada mal. Que casi me provoque un infarto demuestra, sin duda, que cumple con su absurdo propósito de dar miedo y crear suspense. Si sois de los que difícilmente empatizan con los personajes, adelante, vedla.


Aquí tenéis el tráiler. Por lo visto debí quedarme dormida, o algo, porque, aunque enseña muy poco,  deja bastante clarito de que va la cosa.

La próxima vez haré caso de mi padre... 

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